Venidos de lo más profundo de Venezuela, desde Apure, Zulia, Barinas y otros estados del país, desfilaron por Caracas miles de campesinos en defensa de la revolución, por la revolución agraria y por los 10 millones de votos para el presidente Chávez.
Alan Woods saludó a la marcha e instó a llevar la revolución hacia el socialismo
Venidos de lo más profundo de Venezuela, desde Apure, Zulia, Barinas y otros estados del país, desfilaron por Caracas miles de campesinos en defensa de la revolución, por la revolución agraria y por los 10 millones de votos para el presidente Chávez.
En un ambiente de entusiasmo, con miles de banderas, la colorida marcha partió de la parroquia El Valle hasta la esquina de Santa Capilla, en la Avenida Urdaneta, de Caracas. La marcha encabezado por los camaradas del FNCEZ (Frente Nacional campesino Ezequiel Zamora contó con la presencia de la UPV de Lina Ron que la apoyaba con numerosos miembros.
Los campesinos marchaban para apoyar la reelección del presidente de la república. No se puede hablar de revolución cuando la tarea básica como es la eliminación del latifundio esta aún por terminar en Venezuela. Esta tarea es inaplazable si se pretende completar la revolución en el socialismo, como está plateando el Presidente Chávez. La lucha por la tierra del campesinado venezolano cuenta, cómo no, con la resistencia feroz de los latifundistas que a través de la represión y la violencia intentan frenar la sed de tierra del pueblo. Más de 160 campesinos han sido asesinados en los últimos años por el sicariato en el agro venezolano.
Los intentos de cualquier reforma agraria por parte del gobierno bolivariano no podrán llevarse hasta el final si no se liga esta tarea, la tarea de terminar con el latifundio en Venezuela con la tarea de terminar con el sistema capitalista. A la tarea de expropiar la tierra debe ligarse la de expropiar la banca y la industria básica del país.
Los campesinos son uno de los sectores más combativos de las masas en Venezuela y esta marcha llena de energía fue una muestra de ello. La tribuna que se elevaba sobre la Avenida Urdaneta estaba repleta de medios de comunicación que reportaban sobre esta marcha ya a pocos días de las elecciones presidenciales. Los campesinos son conscientes de que es vital para la revolución la reelección de Chávez, para continuar la lucha por la tierra y por el socialismo en Venezuela.
A eso de la 1 de la tarde la cabecera de la marcha llego al pie de la tribuna, tras cantar el himno nacional miles de personas entonaron las estrofas que coreaban al unísono miles de personas en un solo canto ¡oligarcas temblad, viva la libertad!
En la tribuna, el primer derecho de palabra fue para Alan Woods que fue recibido al grito de ¡Saludos solidarios y revolucionarios! Alan por su parte trasmitió un saludo internacionalista en nombre de Corriente Marxista Internacional y de la campaña internacional Manos fuera de Venezuela. Después preguntó quién derrotó al golpe y al paro petrolero. Y los campesinos gritaron al unísono ¡¡El pueblo, el pueblo!!
Señaló en su intervención que Chávez es un gran revolucionario y un gran amigo suyo, pero se preguntó si un hombre solo puede hacer la revolución y miles contestaron, ¡NO! Para después preguntar ¿Quién hace una revolución? Y los campesinos contestaron frente a la tribuna ¡¡El pueblo, el pueblo!! También señalo que había que ganar la batalla del 3 de diciembre y que no había que pararse ahí, que había que completar la revolución al socialismo. Esta idea fue con la que Alan terminó su alocución entre aplausos de miles de campesinos que recibieron sus ideas con entusiasmo y gritaban al unísono ¡Marxismo-Leninismo!
Antes de bajar de la tarima fue entrevistado por los numerosos medios de comunicación que cubrían la marcha campesina.
Esta marcha es sin duda un jalón importante del movimiento revolucionario en la lucha por la reelección del presidente Chávez en 3 de diciembre, y por el recibimiento que obtuvo la intervención de Alan Woods, muestra el elevado nivel de conciencia de los campesinos que son vanguardia de esta revolución y aliados de la clase obrera, y la enorme receptividad de las ideas del marxismo en la revolución bolivariana.
